22 de enero de 2014

Entre madres y madrastras (primera parte)






Mi vida diaria supongo que no dista mucho de la vida que llevan otras madrastras. En muchas ocasiones recibo emails o twitters de mujeres que se encuentran en situaciones parecidas y se identifican con mis vivencias.

Por lo que me cuentan, para la mayor parte de ellas la relación con la madre de los hijos de su marido/pareja no es fácil.  La relación entre la madre y la madrastra debería ser, a mi juicio, al menos educada y cordial. Al fin y al cabo las dos tenemos un rol en la vida del niño (la madre siempre será la madre pero no olvidemos que la madrastra también convive con el pequeño) y no parece ni muy inteligente ni muy sano entrar en conflicto entre nosotras.

En mi caso personal la relación con la madre de “la peque” ha pasado por distintas fases. Estas fases no son desde luego aplicables a otros casos. Depende de lo reciente de la ruptura entre los padres, de la edad y número de hijos comunes, del momento personal que esté viviendo cada persona, etc.

Estas fases resumen mi relación madre-madrastra (o al menos, así lo vivo):

Fase 1: Baby-syster gratuita. ¡Qué bien que existe esta chica! Me facilita la logística.
Mi presencia al principio fue vista de manera más o menos positiva. Yo ayudaba con los aspectos prácticos y siempre viene bien contar con otras dos manos, pies y ojos, no? Hablábamos con educación cuando nos encontrábamos o en los intercambios, si yo cogía el teléfono de casa me saludaba e incluso me comentaba el motivo de la llamada, y hasta celebrábamos los cumpleaños de “la peque” todos juntos (que no revueltos).
Respeto mutuo.
Fase 2: Los filetes rusos de la novia de papá me encantan.
La convivencia afianzaba mi relación con la niña y crecían nuestros lazos y vivencias comunes. “La peque” hablaba libremente de mí en casa de su madre: me gustan sus macarrones con tomate, jugamos al “veo-veo” en el coche, hemos ido a comprar una mochila, me ha llevado a casa de menganita….Yo avanzaba en mi relación familiar y por ello me hacía (y lo sigo haciendo) cargo de muchas cuestiones caseras que atañen a toda la familia. No lo hago para competir con las habilidades de la madre, simplemente hago la cena algunos días, voy a la compra, lavo los uniformes del colegio, ayudo con la higiene personal, doy besos antes de irme a trabajar…. “La peque” es parte de mi familia y las dinámicas familiares son las de cualquier familia.
Su mundo (el de la madre) entró en una estúpida competición con el mío. Mi ayuda ya no era bienvenida.
Fase 3. Estoy para quedarme.
La simpática novia de papá pasó a ser la mujer de papá y a ampliar la familia. Mi presencia, sobre todo desde que nació mi primera hija, pasó a ser una amenaza para la madre. Yo le ofrecía a “la peque” unos hermanos y una visión de la vida.  Su madre lanzó la artillería pesada.
Comenzaron los comentarios del estilo: “no eres su madre”,  “tú no eres familia de mi hija”, “ocupa tu sitio”, “tú no eres nadie”. Se acabó el buen rollo.
Fase 4: Acoso y derribo.
La madre desacredita todo lo que hago, delante de "la peque", con los vecinos, con los conocidos comunes, en el colegio. Si hago porque hago, si no hago porque no hago. Como consecuencia, mis hijos y yo hemos dejado de existir para “la peque”cuando su madre está cerca . Nunca pregunta qué tal están sus hermanos por teléfono, ni nos menciona cuando le cuenta a su madre lo que ha hecho el fin de semana o en las vacaciones. Si nos encontramos en el super, en el colegio o en la piscina casi ni nos saluda.
Dolor.
 
De madrastra a madre: Por favor, recuerda que estoy aquí para construir no para destruir; estoy para aportar no para suplantar. No quiero ser su madre pero soy su madrastra.
 
                                                                                                                            
 
 

13 comentarios:

  1. Animo, los niños no son tontos, verás como vuelve a cambiar y la peque os verá como su familia.

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  2. Hola. Hace unos días descubrí tu blog. Cayó en mis manos y en mis ojos como quién recibe un regalo, un suspiro de alivio, una palmadita en la espalda con sabor a "tranquila, no eres la única, hay más personas que viven situaciones parecidas"...
    Esa tarde te leí y te leí... reí (me encanta la ironía y el humor que pones a situaciones que podrían verse muy diferentes...), lloré (hasta aquí llega tu sensibilidad y amor hacia tu familia...), me estremecí con el respeto que pones en todo...
    Yo, a veces me siento muy pequeñita, me siento en medio de un huracán y por primera vez me sentí identificada con alguien... Hoy, al leer tu entrada, me he decidido a escribir, sin saber bien qué decir a parte de GRACIAS.
    Hace un tiempo, me enamoré de un sol de persona que tiene dos soles de niñ@s. Conocerlos ha sido lo más bonito que me ha pasado. Él está luchando con todas sus fuerzas, con todas sus ganas, con todo su ser, por la custodia compartida de sus niñ@s, que lo quieren doscientos mil cuatrocientos millones de galaxias. Os prometo que no había visto miradas tan repletas de AMOR como las que tienen ell@s.
    Tú escribes hoy sobre las mamás de l@s peques y nosotras, las "madrastras" (a mí me da hasta cosa decirme así, de hecho creo que es la primera vez que lo hago). Yo todavía no conozco a la madre de l@s niñ@s. Y siento mucho miedo, Porque a mí me gustaría abrirle el corazón, que se asomara y decirla:
    *Tus hij@s tienen una mamá, que es una de las dos personas más importantes de su vida, y su mamá eres tú; y yo respeto eso y jamás jamás querría hacerte "sombra". Se trata de aportar luz, cuanta más mejor, a la vida de l@s niñ@s, no de sombras.
    *No quiero sentirme culpable por amar. Amo porque me sale del alma.
    *Ojalá sepamos separar las cosas, sin que salpiquen a l@s peques, y que jamás escuchen una mala palabra sobre alguien que quieren. Porque l@s niñ@ no tienen filtro, son de verdad, y lo que les dice una persona que aman, les va directo al corazón. Y a esos corazones tan chiquiticos sólo hay que echar cosas bonitas.
    *Siento tu dolor, tu rabia, tus miedos.
    Siento el dolor, la rabia y los miedos del hombre que amo.
    Siento mi dolor, mi rabia y mis miedos.
    Y deseo que nos enseñen aquello que tengamos que aprender, nos hagan crecer y se vayan.
    * Y si pudiera le diría también que quiero a es@s niñ@s de la punta de mis pies a lo más alto de mi cabeza (cómo dice el cuento de "Adivina cuánto te quiero"), y que no es nada malo. Que se ama cómo quién respira... que es instinto, es natural amarlos así. Y respetarlos, más que nada en el mundo, y cuidarlos, cómo quién cuida el más preciado tesoro. Y no pasa absolutamente nada, porque ell@s seguirán teniendo muy claro quién es su mamá y su papá, y además sentirán que la persona a la que ama su padre los ama a ell@s con locura, que es lo sano, lo natural... lo que fluye, como fluye el agua de un río.

    Un abrazo

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    1. Querida Sol,
      GRACIAS a tí por leerme y sobre todo por emocionarme con tus palabras. Ojalá tu pareja consiga la custodia compartida (si tiene que lucharla asumo que la madre no se lo está poniendo fácil) y que seáis muy muy felices. Ser madrastra como lo eres tú no debería hacerte sentirte pequeñita, sino GRANDE, porque tu capacidad de amar es lo que te define.
      Para tí, con todo mi respecto y cariño, mi nueva entrada.
      Te espero por el blog.
      Un saludo,
      Mami y madrastra

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    2. Sol tiene todos los ingredientes de la receta complicada de la que hablas. Desborda respecto, amasa el amor sin medidas, aliña su día a día con sonrisas y adereza con caricias.
      Ánimo sol! porque esta receta necesita de un fuego lento ; paciencia...
      Ella es mi pequeña gran amiga y le deseo todo el amor del mundo.
      Estoy muy orgullosa de ti
      Brisa

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  3. Somos tantas con sentimientos similares...
    Creo que el truco es el respeto y en no mezclarse las madres y madrastras, ni siquiera para recoger a los niños. Yo aun no he cruzado una palabra con ella ni por telefono, y de momento todo va bien. Aunque mi caso es algo especial por todos los lados...
    Sol, suerte en tu andadura y vive el momento.

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  4. "Hoy no se sí pueda hacerlo". Aveces me levanto pensando así. Porque apesar de que amo con todo mi corazón a ese hombre que es papa; la carga que supone llevar 3 personas en la mochila (ex mujer y 2 hijos) es demasiado pesada. Ninguno te la pone fácil. Puedes estar llena de buenas intenciones y paciencia... Que va!! Nunca es suficiente.
    Ayer el hijo mayor de mi esposo (13 años) llevo un frasco de pastillas muy peligrosas que agarró del cajón de las medicinas y en frente de su profesora y compañeros de clase amenazo con suicidarse; cuando la profesora intentó detenerlo se le fue encima y trato de estrangularla. Después de esta escena el chico fue a parar a una correccional y mi esposo y su ex amenazados "o controlan este chico o les quitamos la custodia"... No es fácil vivir así, no es siquiera medianamente posible seguir así. En medio de las peleas de mi esposo con su ex, un niño lleno de traumas y desórdenes personales y una ex igualmente llena de resentimientos y problemas mentales quedo yo perdida y sintiéndome como si fuera nada, sólo siendo un bastón donde todo el mundo se apoya pero sin donde yo apoyarme. Hoy es uno de esos días en que no puedo evitar pensar que cometí un error.

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    1. De los errores se aprende y nadie nos obliga a seguir con ellos........ piensalo y SUERTE. Espero que todo se solucione para tu bien personal.
      Saludos.

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    2. Lo que cuentas es muy duro y supongo que es muy complicado vivir ese tipo de situaciones. Debes plantearte bien tu relación y analizar los problemas que nos comentas con un profesional. Te deseo mucha suerte en tu andadura y ya sabes que nos tienes por aquí para compatir las pequeñas cosas del día al día.
      Un abrazo y mucho ánimo.

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  5. Hola,
    Me siento muy identificada con tu caso, la verdad.
    Y por ello decirte que os asesoréis sobre esto, porque no es muy buena señal que la niña os obvie cuando habla con su madre.
    A mi, la madre del hijo de mi marido, también me ignora por completo, y a mis hijos, parte de lo mismo. Cuando está el niño delante finge un poco, pero si alguna vez hemos coincidido sin el niño delante, nos gira la cara. En fin. Paciencia pero no le permitáis todo en este sentido.
    Sobre el otro post de las fotos de la madre en navidad... no tienes ninguna necesidad de poner la cara de esa señora en la nevera. Se busca una cajita o un cajón y se le dice a la niña que cuando tenga ganas de ver las fotos, están allí guardadas para que no se estropeen.
    Algunas tienen ganas de fastidiar por fastidiar.
    Yo sólo les deseo que rehagan su vida... y les toque una pareja con una ex idéntica a ellas.
    Ánimo a todas!

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    1. Hola,

      Me temo que muchas vivimos situaciones más o menos parecidas y es duro tener que lidiar con el dolor de algunas de estas vivencias. Supongo que como yo en muchas ocasiones te las tragas cuadradas para no herir a los niños y por que al fin y al cabo somos la parte más débil de la cadena.

      Las fotos ya están en un cajoncito..no te preocupes:)

      Yo también les deseo a la madre de "la peque" un pareja con hijos y una ex a su imagen y semejanza:)

      Saludos y nos vemos por aquí!

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  6. Hola,

    Ayer descubrí tu blog. En una búsqueda desesperada en el océano de internet que solucionase mis problemas o mi malestar con respecto a una situación que no es para nada inusual en los tiempos que corren, si bien uno vive como "particular y única". Y es así, porque bien lo dices tú, cada caso es completamente distinto al anterior.... así que no hay patrones ni palabras que orienten hacia el "final de este libro". Nunca antes había participado poniendo ningún comentario en ningún blog o foro o similar. Hoy no he podido evitarlo y es que esta mañana, leyéndote en el metro, sentía que esta iba a ser la única manera de calmar en parte mi desasosiego. Mi caso difiere en mucho a algunos de los que leo por aquí. Y es que yo, a este pequeño que tengo como hijastro, que está a punto de cumplir 5 años, no le quiero. No me sale amor hacia él porque las heridas que iban causando en mi sus desprecios no supe convertirlos en nada más que en una costra enorme que me protegiese. Y ahora tengo una coraza y mucho rencor que no sé canalizar. Intento entenderle y entender sus comportamientos pero sólo sé que cada vez me cuesta más sentir siquiera cariño hacia él. Y eso me hace sentir mal, me destroza. Bueno, un día me gustaría escribirte (pobre, aburrida estarás de que cada una te contemos nuestros males), pero hasta que llegue ese día, sólo quiero darte la enhorabuena, por tu iniciativa. Y por tu buen corazón. Por ser capaz de querer como quieres, y a pesar de los pesares. Espero desaprender para volver a aprender y que consiga abrirme a él como hice el primer día, con ilusión y sin recelos.... Estoy segura de que este blog me va a ayudar a dar ese empujón. Mi más profunda admiración hacia ti y hacia todas las que queréis sin condiciones ni medida. Valientes!!

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    1. Bienvenida al blog!

      Querer a los hijos de tu pareja no es un hecho que se da de manera automática y desde luego no debes sentirte culpable por no desarrollar un vínculo más fuerte con tu hijastro. Las relaciones se construyen desde las dos partes y si el pequeño no quiere, puede o sabe construir una relación contigo tampoco hay que forzar las cosas. Te entiendo muy muy bien, más de lo que te imaginas. Es cierto que yo quiero mucho a "la peque" de mi historia pero también sé lo difícil que es convivir con los reproches, las malas caras, los comentarios hirientes...Yo he tenido etapas en las que me resultaba muy complicado mantener mi relación con la niña (sobre todo después de que pasaba un período más largo con su madre, por ejemplo en verano) porque la pequeña llegaba con toda la presión de casa de su madre, con las costumbres de su otra casa, con los malos comentarios que le dice su madre sobre mi...y para mí era (y es muchas veces) muy complicado pasar por alto ciertos comentarios y seguir como si nada. He llegado hasta a tener miedo de quedarme sola con ella porque nuestra relación la sentía tan debilitada que me daba miedo decir cualquier cosa que pensara que era una competencia con su madre, o inapropiado, o frio, o demasiado tierno, o demasiado privado…

      En el blog trato de concentrar las experiencias positivas y dar una bocana de aire fresco para coger impulso...no me hace bien regodearme en la rabia que muchas veces siento ni contar las peores cuestiones sobre juicios, acusaciones, enfrentamientos...Pero no quiere decir que no las haya...:(

      Tómatelo como una etapa en vuestra relación que seguro pasará en cuenta te relajes y vuelvas a vivirle con normalidad. Además ellos vienen con la visón de su madre sobre nosotras y muchos se sienten culpable por querer a otra mujer que no sea su madre, como si la traicionasen. Debe ser muy difícil para los niños estar en esta situación.

      Yo hasta me he asesorado con psicólogos y hasta trabajadores sociales para tratar de construir la mejor relación posible de manera saludable para ambas partes. Si ves que no puedes, busca ayuda, habla, escribe, consulta blogs…seguramente con el comentario que has enviado ya te has liberado un poco, no?

      No te agobies. Date tu tiempo y respeta tus propios sentimientos.

      Sigue por aquí y comparte tus experiencias. A todas nos ayuda mucho saber que por ahí hay alguien que vive cosas muy similares.

      Mami y madrastra

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  7. Muchas gracias por tus palabras. Claro que hablar libera, especialmente si quien escucha puede empatizar más fácilmente con la situación. Por aquí nos dejaremos caer, claro que sí. Da gusto entre gente que habla el mismo idioma: Luchar por ser felices, viviendo y dejando vivir. Luchando por lo que es justo, sin más pretensiones.

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