Escrita con propósito
de enviarla a su destinataria real pero con la impresión de que no haría sino empeorar
la cosas, aquí os dejo la carta que he escrito este fin de semana a la madre de
mi hijastra. Al menos la leeis vosotras, que seguro que en algo coincidimos.
Querida Xxx,
Tras los múltiples whatapss
recibidos por mi marido el pasado fin de semana donde criticas abiertamente mi
persona y la mala influencia que ejerzo sobre tu hija (mi hijastra) he decido ponerme
en contacto contigo con el fin de que comprendas algunas cosas.
Tu falta absoluta
de empatía, tu idea de que ostentas la verdad absoluta y tu incapacidad de
autocrítica me sorprende e irrita a partes iguales pero voy a hacer un último
esfuerzo para evitar tus mensajes tóxicos sobre mi vida familiar.
Vamos por puntos:
- Te recuerdo que tú has querido la CUSTODIA monoparental y has hecho
todo lo posible para desprestigiar al padre de tu hija y evitar que le otorguen
la custodia compartida que solicita desde hace años y que, de hecho, ejerce en
la práctica. Este hecho en sí mismo, ya dice bastante poco de ti como madre y
mujer porque sabes que es un padre estupendo, que vivimos muy cerca para facilitar
las cosas, que sigue con detalle toda la vida de la niña, que es, simplemente,
un buen padre.
- Ya que tienes legalmente la custodia de tu hija conviene recordarte que
la custodia otorga unos derechos y también una serie de OBLIGACIONES. Tu hija
llega a mi casa con lo puesto, es decir,
con el uniforme, del que ni siquiera compras muda ni unos calcetines para que
vaya limpia desde mi casa. No le preparas nada de nada para los días que está en mi
casa, es decir, para aprox el 40% del tiempo, y
tenemos además que comprar todo tipo de ropa y calzado (además de disfraces, material escolar y extraescolar, y un largo etc.) para cubrir lo que se
supone que tú debes hacer con la pensión de alimentos que ya recibes y que
asciende a una cuantía muy elevada. Si quieres ejercer una custodia compartida,
te invito a que la firmes delante del Juez.
- Tú has llegado a
decir que tu hija es la babysitter de mis hijos. Puedo asegúrate que no lo es. Es
la HERMANA mayor de mis hijos, juegan, se cuidan, se pelean como hermanos que
son. En ocasiones, tu hija acompaña a sus hermanos a la piscina o a un cumple, como
mis hijos pequeños acompañan a tu hija cuando es a la inversa. Somos una
familia de cinco miembros y trabajamos en equipo para que todos aprendan lo que
es respeto, paciencia, solidaridad y FAMILIA. Tú que vienes de una familia grande
supongo que sabes a qué me refiero. Me parece increíble que teniendo tres
hermanos puedas ser tan cerrada en reconocer la importancia de los hermanos en
la vida de niños y adultos. A este respecto te pediría encarecidamente que
dejes de llamarlos medio-hermanos o hermanastros, a tu hija le duele y nos ha
contado avergonzada el desprecio con el que te refieres a ellos.
- Amenazas con denunciarme
porque dices que te insulto y te provoco con mi saludo cuando coincidimos en la
puerta del colegio. No quisiera ponerme más paternalista pero de nuevo tengo
que recordarte que saludar es un acto de cortesía y buena educación, importante
siempre, pero sobretodo en la puerta de un colegio y delante de tu hija y la
mía. Debemos dar ejemplo. Esto no significa que te aprecie o quiera ser tu
amiga, tan sólo que soy una Sra. educada y que tu presencia realmente no me
altera. Te saludo como a docenas de personas con las que me cruzo a
diario. Si quieres hacer más el ridículo puedes intentar denunciarme por
saludar, pero los riesgos de que se rían de ti son bastante altos. Piénsalo
bien. Yo por mi parte te seguiré saludando. Lamento las molestias que mi
sonrisa te produce.
- Dices que tu hija
me tiene miedo y que le "pongo caras" cuando me cuenta cosas. Esto la
verdad, sí que me ha dolido. A tu hija la quiero mucho y aunque no te doy mucha
credibilidad, el simple hecho que digas que me tiene miedo me lleva a reflexionar y a repasar las cosas y conversaciones que tengo
con ella. He analizado mucho y creo absolutamente que te equivocas. No me tiene
miedo, en absoluto. Habla conmigo, ríe conmigo, me abraza, me besa, me toma el
pelo, me coge de la mano, me dice te quiero al oído, me pide que la ayude a
estudiar, que le ayude a lavarse el pelo, que le haga una trenza, comparte
conmigo historias de sus amigas del cole, etc., etc. etc. No me tiene miedo. Mi
percepción, contrastada con mi marido, es que lo que tiene es miedo de decirte
que se siente bien conmigo y que tú consigues reprimir con tus paranoias todos
los sentimientos positivos que tiene cuando está con nosotros hasta tal punto
que tan sólo te cuenta las cosas malas (que también las hay). Las discusiones
caseras, mi dolor de manos, la pataleta de su hermana… A lo que sí tengo que darte
la razón es a eso de que "le pongo caras". Dicen que la cara el espejo
del alma y yo, cuando me muerdo la lengua, pongo cara rara y se me nota que estoy
incómoda. El otro día, sin ir más lejos, en una conversación antes de dormir,
me dijo avergonzada y triste, que ella piensa que su madre está celosa de mí, que se lo
han dicho sus amigas. Que te burlas en casa de su padre y de mí y nos críticas
en el cole y que le da pena pensar que me voy a quedar sin amigos…imagínate mi
cara. Pues un poema. Hombre podría haber dicho lo que pienso, que sí, que eres
una celosa y enviosa y que tu comportamiento es despreciable. Pero al final lo
que traté de trasmitirle es que no se preocupe por mis amigos, que los tengo y
saben quién soy, que a mí lo que me importa es que ella sepa que la queremos mucho
y que no hacemos nada malo. Y acabamos con un abrazo. Después me tuve que tomar
un gintonic porque se me salía el corazón por la boca.
- Unos días me llamas
entrometida porque hago muchas cosas por tu hija, lo que te molesta. Otras
dices, dices que como no es mi hija pierde oportunidades porque no nos
preocupamos de ella, lo que también te molesta. En este punto te diré, lo
primero, que te aclares. No puedes mantener un argumento y el contrario, porque
pierdes toda la credibilidad. En segundo lugar, tu hija y mis hijos son iguales
en mi casa, todos tiene las mismas oportunidades y su padre y yo nos ocupamos
muy mucho en educar en igualdad.
En suma, por favor,
deja de hacerme protagonista de tu papel de víctima, de tus conversaciones de
maruja, de tus frustraciones. Se educada y vive tu vida, le harás un gran favor
a tu hija para poder crecer con equilibrio y mentalmente segura y sana.
En próximas
ocasiones si tienes quejas con respecto a mí, habla conmigo, soy una tipa bastante
abierta y te aseguro que, al menos, te voy a escuchar.
Un saludo,
Mami y madrastra